23 sept 2007

TOMAR DISTANCIA?

El primer recuerdo que tengo de tomar distancia, me remite a la época en que tenía 5 años cuando en la formación del colegio era necesario “tomar distancia” posando las manos con los brazos extendidos hacia delante sobre los hombros del compañero que se encontraba enfrente mío, el propósito de esta instrucción era alinear, lograr una distribución de elementos (nosotros) mas o menos equitativa, en últimas ordenar; de ahí en adelante esta noción no ha cambiado demasiado, es decir cuando tomo distancia de algo, lo que busco es aclarar el panorama, esclarecer los hechos, puntualizar intereses, poner en claro o precisamente en orden un conjunto de incidentes o elementos.

De esta manera he tratado de tomar distancia del pasado mes de diciembre, luego de varios intentos, infructuosos por cierto, una conversación con una persona cercana puso en evidencia el miedo que se escondía tras esa afanosa búsqueda de “legitimación de mi proyecto de grado”. Era el miedo de exponer las tripas al descubierto, en esa medida el asunto no radica tanto en tomar distancia, no se que tanta distancia se puede tomar en el momento de hablar de uno mismo. A pesar que esa experiencia no se puede aprisionar entre la tinta y el papel, ahí va mi último intento so riesgo de resultar también insuficiente.

Yo, Natalia Avila Leubro, estuve el pasado mes de diciembre del 2006 desde el día primero hasta el día treinta y uno viviendo en el centro comercial Salitre Plaza Ubicado sobre la avenida La Esperanza entre La Carrera 68 y 66, asistí a este lugar día tras día, los sucesos que allí acontecieron fueron ya debidamente consignados en el blog que aparece al comienzo de este relato.

La insistencia en permanecer tanto tiempo en un lugar aparentemente contenedor pero a la larga hostil, que no fue diseñado para acoger a personas durante periodos largos, puede parecer un esfuerzo valiente (creo que hasta yo llegué a considerarlo así en algún momento), como abrir la puerta a un mundo fascinante y lleno de cosas nuevas e interesantes: la perspectiva del centro comercial como un lugar de posibilidades; sin embargo, la permanencia en el lugar me ratificó lo contrario, fue ésta una experiencia larga y tediosa, interrumpida por efímeras experiencias gratificantes, pero en general bastante latosa.

No se trata pues de una práctica transformadora casi-mística, todo lo contrario, la permanencia en el lugar durante periodos largos de tiempo puso en evidencia -para mí- la ausencia detrás de una acumulación de objetos, en ocasiones objetos atractivos, en otras objetos y vitrinas poco sugestivos que hablaban de francas diferencias de clase, -este es un centro comercial clase media, como yo-.

Este espacio de ausencia no es un lugar para habitar y asentarse sino apenas un sitio para suplir necesidades de consumo de forma transitoria. En su interior no se busca generar relaciones, y es ese el lugar en el que yo me encontraba.

Por una parte puedo decir que de forma completamente consciente decidí no aislarme de las dinámicas de consumo dentro del centro comercial, no me interesan los gestos activistas de resistencia, tampoco hacer una apología a aquel, simplemente consideré que el hecho de habitar el espacio o tratar de hacerlo habitable y aproximarme a sus dinámicas, implicaba hacer uso de lo que allí se encontraba, desde la adquisición de artículos o mercancía para subsistir, pasando por la compra de objetos por simple gusto, o tratando de divertirme viendo películas, bebiendo, recibiendo visitas de diversa naturaleza, leyendo o tomando siestas cada vez mas extensas en los sofás del centro comercial; de hecho podría decir que compré, hasta donde mi capacidad económica me lo permitió, y tal vez un poco mas allá, por gusto.

Pero, por otro lado se encontraba la trasgresión simultánea de esas dinámicas a través de la misma permanencia en el lugar, la decisión de ir día a día al centro comercial estuvo acompañada de estrategias sutiles para convertirme en un punto de tensión, para lograr visibilidad sin necesidad de convertir mi estadía en el lugar en un espectáculo; dichas estrategias estaban a su vez ligadas a la relación establecida con el lugar y con algunas personas que allí se encontraban; es decir que, en la permanencia reiterada en lugares específicos dentro del sitio, en la construcción de rutinas y en el trato con algunas personas con quienes comencé a “relacionarme” (de estas relaciones hablaré mas adelante) se anidaban los puntos que me resultaron mas cálidos con el paso del tiempo..

El hecho de exponerme permanentemente a la mirada del otro sufrió una transformación paulatina, como todos mis presupuestos en el momento de comenzar a habitar (si se puede decir) el centro comercial. En un comienzo siendo honesta me fascinaba la idea de convertirme en un personaje enigmático, en ese punto de tensión, como ya lo he señalado anteriormente; recordaba una lectura sugerida por Giovanni Vargas: Bartleby, de Herman Melvilla. Me seducía ese personaje, el escribiente porfiado que generaba múltiples reacciones a su alrededor permaneciendo impasible y negando la acción, resistiéndose a ceder frente a las exigencias del medio con su “preferiría no hacerlo”; llevada al extremo del encantamiento por dicho personaje me atrevía a relacionarlo con Alex Villar, el autor del video Temporary Ocupations (2004), en el que se muestra a Villar ignorando los códigos espaciales de la ciudad y resistiéndose a sus efectos, y por consiguiente, a la organización de la experiencia cotidiana. Él salta cercos, se desliza entre las barandas y se apretuja en las esquinas de los edificios.

Esa reiteración en la negación como forma de trasgresión, que en ese momento me parecía absolutamente sugestiva, se convirtió, con el paso de los días en el centro comercial, en un doloroso descubrimiento para mí: Bartleby funciona como una metáfora; mi problema no era el de encarnar un personaje ni mucho menos, podía permanecer en el centro comercial durante periodos largos de tiempo, haciendo cosas rutinarias, pero NO podía permanecer impasible, inmutable, inalterable; yo no venía de la oficina de “cartas muertas” así que Bartleby, estás bien como influencia literaria, en un mundo en el que puedes seguir viviendo de galletas de jengibre, pero en lo que a mí respecta, Bartleby, puedes irte a la mierda.

Como parte de esa imposibilidad de permanecer imperturbable en el lugar, los picos de depresión y angustia se elevaban por momentos, determinando un aumento en mi consumo de cosas en el centro comercial; no es que quiera con esto hacerme ver como una víctima del consumo –en absoluto- creo que lo más sensato es aceptar esa parte de uno; Esa aceptación es parte de “Ser” en un lugar, como el verbo más famoso y el que primero le enseñan a uno cuando aprende ingles: “ser o estar” o mejor “ser y estar”.

Al principio -he de aceptarlo-, esperaba que algo sucediera, no sabía qué exactamente, pero ese algo implicaría una reacción notoria de algunos sectores tales como el grupo de vigilancia del centro comercial, sin embargo, esta expectativa se fue diluyendo en el tiempo, poco a poco dejé de esperar a que sucediera algo, y comencé a no esperar nada, a desesperanzarme por momentos, y fue entonces cuando algo significativo -para mí- comenzó a suceder: que me di cuenta de ciertas reacciones que no eran palpables en primera instancia, más bien todo lo contrario: borrosas, inciertas e indefinidas, pero se hicieron evidentes sólo en el momento en que dejé de preocuparme por ellas. Fue en ese punto cuando comencé a percibir las implicaciones de mi presencia en el lugar.

Y cuando me refiero a “mi presencia en el lugar” no quiero sobredimensionar “mi presencia en el lugar”, pues creo que una de las características de mi paso por el centro comercial es su inutilidad; más bien tuve la posibilidad de chocarme, por breves momentos, con algunas personas, como lo describo en mi diario, pero aparte de algunos empleados del lugar, ¿quiénes más van al centro comercial a pasar el tiempo de forma frecuente?: Un niño-joven autista, un joven con retraso mental y discapacidad para hablar y otro bastante drogadicto desertor del sistema educativo superior, hasta donde pude darme cuenta; pero más allá de preguntarme por quiénes van al centro comercial a pasar el tiempo de forma frecuente y verlos y nombrarlos a ellos me veo a mí, no sólo por permanecer durante todo un mes allí sino porque me reconozco dentro de esas personas que van a pasar tiempo en el centro comercial cuando se sienten solas, como si fuera un refugio. No es este un ejercicio para dar voz a quienes no la tienen ni mucho menos, por eso sencillamente me limito a describir los hechos que tienen que ver con otras personas y no hago mayor especulación al respecto.

En este caso la única voz que tengo es la mía. Y pese a entrar en relación con el lugar y con algunas personas, esta es una experiencia particular. En esa medida si no tomo distancia de mi misma, asumo la responsabilidad de hablar de mi experiencia/práctica. No propongo nada nuevo, ni digo nada diferente, lo sé, lo que sucedió queda entre el centro comercial, un par de personas y yo. No tengo una interesante conclusión para aportar al mundo, solo permanecí en ese lugar cada día durante un mes y traté de habitarlo; al final no hay moraleja, apenas una experiencia jabonosa y llena de vacíos. Hasta aquí llego yo.

9 ene 2007

Diciembre 31

Este ha sido el día más rudo de todo el mes, mis actividades se ven claramente reflejadas, contrario al 24 de octubre, fue un día bastante solo en el centro comercial, podría describirlo como un día sin expectativas, el comentario más elocuente que escuché al respecto, fue la respuesta de una de las señoras del aseo cuando el señor Roa le preguntó que iba a hacer esta noche, ella simplemente le respondió: “pues llegar a acostarme porque mañana hay que madrugar a trabajar”.

Así pasó un día aburrido, un día que revelaba o mejor reiteraba la desazón que produce un ambiente como el del centro comercial, al final de la jornada recorrí el lugar de arriba hacia abajo, despidiéndome de mano de los vigilantes que encontraba a mi paso y deseándoles feliz año nuevo, recibiendo a cambio respuestas que iban desde miradas de sorpresa o indiferencia (un vigilante del tercer piso a duras penas respondió mi despedida) hasta sonrisas calidas y respuesta a mis deseos de feliz año, realmente quería hacerlo, era la mejor manera que podía encontrar para despedirme del lugar.

CANTIDAD

DESCRIPCION

VALOR

1

Botella de agua + Halls

1.700

1

Comno Mc Pollo Deluxe

9.600

2

Aguas aromáticas + 3 Halls

2.600

TOTAL DEL DIA

13.900





diciembre 31

Diciembre 30

Hoy es el último día para cambiar los recibos de compra del centro comercial por boletas para la rifa de los dos carros, comienzo el día, llevando mis recibos meticulosamente ordenados por fecha, al punto de cambio, la reacción de la señorita que atiende en ese lugar inicialmente es de malestar, es como atender una fila de 30 personas en una; sin embargo como es temprano no hay mas personas haciendo fila. El proceso toma cerca de una hora; a medida que pasa el tiempo, la señorita (que ahora trabaja a cuatro manos con otra persona) cambia su actitud, me dice que puedo ir a dar una vuelta mientras ella termina, me sonríe y es amable, el jefe de seguridad se acerca a saludarla, y se da cuenta de la cantidad de recibos, hacen comentarios en voz baja, luego otro compañero del puesto de información se acerca y agrega algo que no alcanzo a escuchar, sin embargo el señor que trabaja a cuatro manos con la señorita del puesto de cambio agrega algo así como: “… en lo que se la paso todo el mes”.

El hecho de entregar todos los recibos del mes en un mismo día, puede parecer algo desconsiderado con el empleado de turno en el puesto de cambio, sin embargo creo que es una decisión tomada teniendo en cuenta que la acumulación de recibos como una especie de testigos silenciosos de mi estadía en el lugar, pueden generar reacciones y no pasar desapercibidos, hablando en el lenguaje del centro comercial, es decir de registros de transacciones comerciales), pero mas evidenciando mi permanencia constante y prolongada en el lugar. (ah! Me dieron 22 boletas una por cada 50.000 pesos)

Siguiendo con la premisa de no preocuparme por que tan sanos son los alimentos que consumo en el centro comercial, la elección del día es porción de chorizos en OMA, excelente elección, chorizos en tajadas acompañados de una salsa ligeramente picante, trozos de limón y pequeñas arepas de queso por 6.000 pesos.

Permanezco el resto de la tarde en la plazoleta del segundo piso, leyendo, navegando en Internet y conversando por ratos con el señor Roa, quien tuvo un gesto de amabilidad y delicadeza cuando vio la pantalla del portátil llena de polvo del que se le adhiere a las pantallas; sin decirme nada se retiró un momento y al regresar traía consigo un trapo que no se de donde sacó para limpiar la pantalla, se que es un gesto mínimo, pero no por eso irrelevante, todo lo contrario me pareció muy bonito de su parte.

Después de las 4 – 4:30 permanecí en la terraza del café OMA con el Sr. J que vino de visita, departiendo al son de unas cervezas, aunque es un momento muy agradable por la compañía, hay una mezcla extraña entre alivio por terminar el mes en el centro comercial y nostalgia por los extraños vínculos que se crean con el lugar. Mañana será el día

CANTIDAD

DESCRIPCION

VALOR

1

Botella de agua + Halls

1.700

1

Porción de chorizos + varios

8.400

1

Barra de Halls negros

910

1

Botella de agua + agua aromática + varios

3.300

4

Cervezas + 1 Margarita

20.000


TOTAL DEL DIA

34.310




diciembre 30

30 dic 2006

Diciembre 29

El día comienza normal, saludo por el Elite y por donde don Roa, Super-recomendada la picada de patacón en OMA, que no solo tiene local de café en la plazoleta del segundo piso, sino que también tiene cerca de la zona de restaurantes del tercer piso un café-restaurante con una zona exterior para fumadores.

Me siento a leer en la salita del primer piso cerca de Quality Color, me quedo dormida cuando de repente pasa un vigilante (el que remplaza a Roa arriba cuando no esta , siempre me mira de forma sospechosa y cuando lo saludo responde entre dientes), me despierta de forma brusca me dice que me siente bien y que ese no es lugar para dormir, me despierto aturdida y no alcanzo a responderle nada, quedo de una pieza, ya tengo hambre pero no me levanto.

Tengo que hacer unas llamadas a celular pero no coge bien la señal desde ese lugar, tengo que desplazarme hasta la salida occidental (la que da a Maloka) del primer piso, mientras hablo por teléfono, el vigilante de la salida de ese costado pero del segundo piso me llama por señas, le repito que si me llama a mi por señas – por la inseguridad de la miopía y el astigmatismo- termino mi llamada, subo y me dice con gran disimulo que si le puedo hacer el favor de intercambiarles la Sim Card a dos celulares que tiene, que el no puede porque por un lado están las cámaras y por otro su jefe esta cerca, y si lo “pillan” lo molesta, le digo que claro que si, me los pasa con disimulo, después de cumplir mi misión y al tratar de devolvérselos, me dice que si puedo ajustarles la hora que el no sabe, intento hacerlo pero no lo logro, le propongo llevarlos a la oficina de COMCEL que hay en el primer piso cerca de FEDCO, que para que esté tranquilo le dejo mi celular a cambio, como prenda, me dice que no que tranquila, aunque cuando me voy a alejar me llama y me dice que mejor si me recibe el celular, en fin. Intercambiamos celulares, bajo a donde el muchacho de COMCEL que amablemente le ajusta la hora a los dos celulares, al regresar me agradece aliviado y charlamos un poco, no se porque uno siempre termina hablando de la familia, nos despedimos amablemente.

Me llama la atención que durante el tiempo que he permanecido en el centro comercial ha estado presente esa relación de tensión entre los vigilantes y yo, sin embargo hoy se ha presentado una especie de relación de doble vigilancia, de alguna manera serví de manos, pies y ojos para hacer algo por un vigilante que a su vez se encontraba vigilado.

Sorpresa!!! Estando en frente del casino, ha entrado Camilo Castillo y su hermano, no lo veía hace cerca de dos meses por cosas que pasan en la vida y bifurcan los caminos de las personas. Encuentro agradable, el ultimo lugar en el que pensé nos encontraríamos fue en un centro comercial, y para rematar nos encontramos dos veces, quedamos de vernos luego, cosas que pasan.

CANTIDAD

DESCRIPCION

VALOR

1

Picada de patacones OMA

4.700

1

Porcion chicharron + porcion arroz

6.800

1

Botella de agua con gas

1.020

1

Entrada cine CASINO ROYAL

5.500

TOTAL DEL DIA

18.020



diciembre 29-1

diciembre 29-2

Diciembre 28

Hoy comienzo haciendo diligencias de bancos (pago de servicios) ya que es el último día de servicio por este año, las filas son inmensas como es de esperarse, sin embargo descubro (no se si con agrado) el primer lugar en el centro comercial donde el televisor cumple a cabalidad su función: COLMENA, teniendo en cuenta la tediosa experiencia que representa para los clientes hacer una fila eterna, ubican en un lugar de gran visibilidad el televisor, el volumen es el adecuado, ni muy alto ni muy bajo, los programas no son de gran calidad pero por lo menos los dejan completos, y logran hacer que a uno se le olvide por momentos que está haciendo fila, distrae, entretiene, suspende en tiempo y espacio.

Cuando voy a visitar al señor Roa, me dice que un muchacho estuvo preguntándome, no a Natalia sino a la “pelada que se la pasa por aquí”, por la descripción que me hace, de seguro fue Roger, (acabo de abrir el correo y hay un mail que lo confirma).

Al diablo con el cuidado de la alimentación!!!, he tratado durante este mes de controlar lo que como, de buscar cosas saludables, pero todos los intentos han sido infructuosos por varios motivos entre ellos la ansiedad, hoy simplemente disfruto de mi burrito en El Carnal, suficiente para calmar el hambre por un buen rato y deleitarme con su sabor aunque, si la boca de mi estomago pudiera hablar me diría a grito herido: Nooo por favor. He visto a una señora que ha sentado a mi lado con senda porción de chicharrón, le pregunto (cosa de mala educación - lo se) si esta rico y donde lo compró, me dice sonriente que esta muy bueno y que lo compró en Mateo Parrilla. Bueno Mateo mañana nos veremos grasa a grasa.

Tarde de visitas, primero Sandra una gran amiga a quien no veo desde hace un par de meses, la invitación agüita de frutas en el Elite, es increíble y quienes la han probado lo corroboran, la acompaño a comprar algunas cosas en el Éxito y le indico por donde conseguir cosas como medias para slack y cosas así. Luego llegan Kevin y Luisita, helado en el Valdez y vitrianiada por el centro comercial.

Se cierra la jornada conversando un ratito con don Roa, me cuenta sobre su navidad lejos de la familia que se encuentra en el Chocó. Vemos a un joven que frecuenta el centro comercial, que no habla pero que se baila en la entrada de algunos almacenes, tiene retraso mental, don Roa me cuenta, que es un muchacho “de familia” que vive por el sector, que por lo general no hace mucho pero que hace un tiempo tuvieron algunos inconvenientes porque con actitud tierna se acercaba a las señoras y posaba su cabeza sobre el pecho de ellas, quienes lo dejaban por la inocencia y ternura que proyecta, sin embargo ya acomodado se disponía a tocarle los senos a las señoras y una vez se ganó un golpazo de una de ellas, pero al parecer la situación no se volvió a repetir; Aunque me dijo que tocaba estar pendiente. Como ya sabe mi nombre, me parece simpático cuando me llama Doña Nata. Fin por hoy.

CANTIDAD

DESCRIPCION

VALOR

1

Paquete De Todito

1.300

1

Burrito + Gaseosa

7.800

1

Chocolatina Jet

460

2

Agua Aromática

4.800

1

Botella de agua + papas

2.900

1

Helado de café

2.000

TOTAL DEL DIA

19.260




diciembre 28 -1

diciembre 28 -2

diciembre 28 -3

diciembre 28 -4

29 dic 2006

Diciembre 27

Día de encuentros extraños, por la mañana me encuentro a Wilson Díaz en el primer piso, saludo breve, me indica la zona donde va a encontrarse. Voy a la salita del tercer piso para leer el periódico, pero me queda sonando Wilson en el primer piso; tengo un problema de socialización. Con las personas que han venido a visitarme por alguna razón “generalmente” mi actitud es de anfitriona –relativo- es decir vamos a tomar algo, a veces les sugiero cosas agradables, los acompaño o me acompañan a comprar cosas, charlamos en una salita o mirando vitrinas en el centro comercial. Y con las personas como Iván o Roger que he conocido acá, hemos terminado compartiendo actividades y mi actitud ha sido abierta pese a mi timidez. Sin embargo hoy sucedió algo con Wilson, me frené en el saludo, hice algún comentario breve y salí rápido de la situación, no se porque eso me pasa con personas que no sen del todo conocidas o desconocidas, como que me quedo en blanco. Mientras leía el periódico en el tercer piso pensé que habría sido cortés o por lo menos buena idea invitarlo a tomar algo, bajé al primer piso, pero no lo encontré, creo que fue una suerte de desacierto por mi parte…

De nuevo me siento a leer pero en la salita del primer piso frente a foto Japón, me quedo dormida y me despierto a las 2 DE LA TARDE!!! Con cierta vergüenza me percato de la mirada inquisitiva de los empleados de foto Japón que permanecen en la puerta cero y van dos días que me pasa lo mismo, no se si se trata de un mecanismo de defensa, es inevitable.

Tenía el firme propósito de alimentarme sanamente hoy porque en este punto he detectado un inusual aumento de peso; trato de buscar opciones saludables ricas y de precio razonable en la plazoleta de comidas pero no las hallo y finalmente sucumbo frente a la tentación de una hamburguesa del corral, sin arrepentimientos, lo hecho, hecho está.

Hoy no podría decir que he estado triste pero si siento algo de tedio, no quiero entrar a los almacenes, solo entro cuando llega Kevin por la tarde, vamos a la panamericana y luego a comprar el regalo de cumplemeses de Luisita la novia de Kevin. Nos encontramos a Juliana Divina una compañera de la universidad, se que no vive cerca y me sorprende su presencia saludo corto, es raro.

Kevin me presta el saco rojo que lleva puesto porque hoy he sentido mucho frío y parte del día me la he pasado buscando lugares donde calentarme: por los cines, por el Donut Factory, por la Panamericana, pero nada; gracias a Kevin por el saco que no me queda nada bien pero cumple su función a cabalidad.

Función de Miércoles musicales de Salitre en la plazoleta del segundo piso –suspendida durante la novena- lo cual me obliga a abandonar la plazoleta de manera fulminante al ritmo de “contamíname”, “a caballo vamos pa`l monte” entre otras.

En la zona de bancos del segundo piso encuentro una silla medianamente cerca de la pantalla donde se está presentando en Discovery “Archivos forenses” sobre el ataque del 95 en 5 líneas del subterráneo con gas sarin; El programa me resulta interesante pero tengo que verlo de pie porque desde la silla no se escucha nada, ya estando de pie un señor se acerca y me hace un par de comentarios sobre el programa, terminamos viéndolo juntos (Me percato de la presencia de Conde que mira de forma insistente). Aunque resulta un poco tortuoso ver el programa por la posición que uno debe adoptar para ver y escuchar el televisor cuya pantalla que se encuentra muy alta. Estas pantallas en salitre evidentemente no están ubicadas para que el visitante se siente cómodamente a ver televisión, además eventualmente cortan los programas de forma abrupta (salvo los partidos de fútbol), en resumidas cuentas las pantallas son elementos meramente decorativos que constituyen una distracción pasajera para el visitante, lo mismo que los stands de Direct TV, Cable Centro y TV Cable que hay en salitre, porque siempre que me engancho con una película que estén presentando en estos puestos, fijo me cambian el canal y eso que no son muy concurridos. Son para ver sin permanecer, funcionan de forma análoga a las “zonas verdes interiores” del centro comercial que incluyen cascada pero son para contemplar de lejos. Utilería, bueno, guardando las proporciones porque en el caso de las pantallas de TV se está promocionando un servicio.

Me siento frente al Banco Santander cuando aparece Iván, me dice que me ha estado buscando, me trae un regalo y que me llamó ayer al celular. En estos momentos me acuerdo de Kevin o de lo que siempre me dice: “a ese muchacho le va a dar duro cuando usted se vaya”. Entiendo que sus condiciones especiales a nivel de motricidad y habilidades cognitivas genere miedo, repulsión o desconfianza en la mayoría de personas a las que el se acerca en el centro comercial y que en mi caso no sucedió eso. Sin embargo creo que el hecho de que yo “me vaya” del centro comercial, si bien implica cerrar un proceso, no significa cortar con las relaciones que se han comenzado en este lugar.

De ese modo los contactos serían artificiosos y falsos, por eso decid, tender un puente con ciertas personas, el hecho de intercambiar celulares, mails, palabras, implica establecer una relación bilateral. No se trata de pretender que se está socializando dentro de un ambiente controlado como si fuese un experimento de laboratorio.

Se que hay días que pueden ser tremendamente aburridos pero los contactos esporádicos con el señor Roa, Iván, Roger, con el nuevo vigilante de la salida del casino, los las personas del Elite, del Ole, inclusive la apatía o la mirada de sospecha de algunas personas que me han visto merodeando / habitando en el lugar son lo que finalmente importa y eso tiene implicaciones como trascender – en el caso de Iván – las barreras físicas del centro comercial, aunque el futuro sea incierto.

CANTIDAD

DESCRIPCION

VALOR

1

Paquete de papas + gaseosa

2.500

1

Botella de agua + Halls

1.900

1

Combo Corralita (Hamburguesa+papas+gaseosa)

10.000

1

Choco-cono Mc Donalds

2.200

TOTAL DEL DIA

16.600




diciembre 27

Diciembre 26

Me gusta como se ve el centro comercial en la mañana, alrededor de las 10 y 10:30 todavía no hay casi gente por estos días –después del 24-, la actividad comienza mas tarde. Los primeros días era apremiante llegar temprano para ser “identificado”, en este punto, prefiero llegar no entre las primeras personas que ingresan al centro comercial pero si cuando la afluencia de gente es baja (pasando un promedio de 11 a 12 horas en el centro comercial).

Decido leer el periódico en la sala del primer piso frente a foto Japón y termino dormida. Aunque el 24 fue un día muy agradable antecedido por días angustiosos, hoy el estado de ánimo se mantiene pero admito el cansancio que me produce el lugar.

Sobredosis de cine nacional malo. Hoy el turno fue para CARTAS AL GORDO; no se, si hubiera sido una película recreada en la década del 50 sería hasta bonita, pero Don Dago perdió el año una vez mas, salidas descabelladas, giros injustificados en la historia, en fin… yo aquí jugándomela de critica de cine pero mas que eso es una apreciación de las cosas que me pasan durante el día, punto.

Pensé almorzar algo ligero, económico y saludable, una buena opción “taco salad” 7.700 en El Corral. Pero… no es aconsejable pedir adición de tocineta 3.900 y es mejor pedirla sin queso ni jamón, de lo contrario terminará consumiendo un plato 90% jamón y queso por 11.600 algo poco saludable.

Agüita aromática en el Elite y sesión de lectura en la plazoleta del segundo piso, cuando me adentraba en 300 días en Afganistán, llegó Iván y me asustó, su aparición fue súbita y yo estaba concentrada, al levantar la mirada lo vi sonriente y detrás se encontraba el señor Roa que me saludo con un gesto.

Algo sucedió: mientras conversaba con Iván el señor Roa nos interrumpió en varias oportunidades como buscando conversación, bueno, eso no tendría nada de raro a no ser por que Iván y el señor Roa definitivamente tienen una pelea cazada, no de forma abierta pero si lo saben ambos, cuando el señor Roa se va Iván me dice cuan cansado lo tiene ese celador (el señor Roa), porque siempre que el viene no le quita el ojo de encima, y por su lado el señor Roa siempre que viene Iván y lo ve conversando conmigo se muestra inquieto por saber si Iván pide plata, de que habla. En fin me siento dentro de un sándwich, no los conozco lo suficiente a ninguno de los dos pero es gracioso como ambos dan palos de ciego tratando de saber algo del otro tras meras suposiciones. No se, talvez sea bueno propiciar un encuentro entre los dos la próxima vez que venga Iván.

Visita agradable del Sr. J por la noche, mientras se desocupa el centro comercial.

No veo al señor Roa al final de la noche, mañana será.

CANTIDAD

DESCRIPCION

VALOR

1

Botella de Agua

1.700

1

Taco Salad, El Corral

7.700

1

Adición de tocineta para taco salad

3.900

1

Entrada cine CARTAS AL GORDO

5.000

1

Agua aromática + varios

1.300

2

Aromáticas de frutas

4.800

TOTAL DEL DIA

24.400





diciembre 26 -1


diciembre 26 -2

27 dic 2006

25 de Diciembre

No mucho, todo estuvo bastante calmado, agradable, las únicas zonas activas: cines, plazoleta de comidas, el 80% de almacenes cerrados. Baja afluencia de público. Película del día: DIOS LOS JUNTA Y ELLOS SE SEPARAN, la misma historia de todos los 25 con los estrenos de cine nacional, parecen capítulos de una serie de dramatizados, con chispazos de “humor”, de nuevo el encantador retrato cliché de la clase media.

En la puerta de la salida del segundo piso por el lado de los casinos hay un nuevo vigilante, han pasado tres días, tiempo suficiente para que se percate de mi presencia teniendo en cuenta mis recorridos frecuentes por la zona, es bastante amable, me pregunta en que local trabajo, le respondo que en ninguno, luego me pregunta que si soy hermana del joven del café Elite le respondo que tampoco -silencio incomodo-, le pregunto hasta que hora va a estar abierto el centro comercial, ahí se relaja un poco la breve conversación.

-N.o m.a.s. v.i.l.l.a.n.c.i.c.o.s- bienvenidos Lionel Richie, Phil Collins, Brian Adams… baladas americanas de fondo y música instrumental !!!.

CANTIDAD

DESCRIPCION

VALOR

1

Boleta de cine DIOS LOS JUNTA…

5.000

1

Narra de Halls + botella de Mt. Tea

1.750

1

Bretaña 5 Granadillas 15 mandarinas

7.400

TOTAL DEL DIA

14.150





diciembre 25

24 de Diciembre

Puedo decir sin temor a equivocarme que esta es una de las navidades más entrañables que he tenido, sin tratarse de una apología al centro comercial o al consumo ni mucho menos; creo que lo importante de hoy fue precisamente que en medio de un ambiente tan saturado y hostil como puede ser el del centro comercial, existen posibilidades de construir relaciones calidas, no importa lo efímeras y transitorias que puedan ser.

Por la mañana me encontré -o mejor- me encontró Iván, teníamos una cita, hoy es su cumpleaños, me muestra el celular que le compraron y que constituyó su gran obsesión durante toda la semana. Si, efectivamente el Nokia 1112; vamos a celebrar en Nicolukas, torta de arequipe y maracuyá para el y cheese cake de agraz para mi, “feliz cumpleaños a ti …..”, luego hablamos sobre su cumpleaños, la familia y otras cosas, damos una vuelta por el centro comercial (me encuentro con Andrés el hermano de Pacho, saludo de paso), mientras caminamos puedo sentir la mirada de algunos vigilantes del ala occidental, segundo piso (zona de bancos) del centro comercial, las razones son múltiples: por una parte es evidente que la forma de hablar y caminar de Iván llaman la atención, y por otro lado el y yo somos dos asiduos visitantes del centro comercial y esa es una zona típica de ”merodeo” es decir es de las mas frías en el centro comercial, por lo tanto no es un lugar en el que uno se quede por mucho tiempo pero igual pasa con frecuencia durante el día y evidentemente los vigilantes (ahora el señor Conde también esta en esa zona) se dan cuenta de ello, además la relación con ellos es diferente a la relación con los vigilantes del lado opuesto, como el señor Roa de la plazoleta de comidas del segundo piso, en este caso solo hay miradas de sospecha y comunicación verbal restringida. Charlamos un rato mas, Iván se va, está feliz, y yo también.

Voy a tomar un agua aromática en el Elite, pasa por ahí el señor Roa, saluda amablemente hablamos y charlamos de forma breve. Llama Kevin, llega al rato, lo acompaño a medirse ropa, tomamos las medias nueves y hacemos costurero, al rato llega la mamá, necesita comprar ropa interior para hombre; luego de ir los tres al Éxito y buscar en otros lugares, nada, no encontramos lo que la mamá necesita, la oferta es bastante limitada (bueno, ese tema ya se ha tocado anteriormente).

Llega la familia de Kevin en pleno a la hora del almuerzo. ¡Que bien! Almuerzo navideño en el centro comercial parcialmente empañado por mi torpeza al regar la gaseosa y mojar 2 sillas y el pantalón nuevo de Kevin. No estoy muy acostumbrada a las reuniones, almuerzos, cenas y demás familiares, pero esta resulta particularmente agradable. Despedida con deseos de feliz navidad para todos…

Luego breve siesta y de nuevo a recorrer locales, ya es casi una rutina solo para evitar que los músculos se resientan, luego a la plazoleta del segundo piso a leer, de nuevo el señor Roa pasa a saludar y a preguntarme como estoy, saco el portátil para ver una película “Dimante de Sangre“ con Leonardo di Caprio; el señor Roa se queda un rato viendo la película conmigo me pregunta de que trata y le cuento algo acerca de Sierra Leona y los Diamantes, le digo que desafortunadamente no voy a poder terminar de verla película porque solo me quedan 30 minutos de batería en el computador y el Elite que es donde generalmente lo cargo ya está cerrado; me dice de forma cómplice que va a revisar si encuentra una toma que me sirva, regresa al rato y me dice que lo acompañe, frente a la Panamericana hay una mini-plaza o mejor una columna cuadrada rodeada de 4 o 5 atracciones para niños, carros, motos, aviones que se mueven en su sitio y que funcionan con tarjeta de Playland; pues bien, en la parte inferior de la columna se encuentran las tomas de corriente, el señor Roa desenchufa uno de las atracciones y me dice que ahí puedo conectarme que a esta hora no cree que lleguen niños y menos en navidad, me dice que me puedo sentar en la base de uno de los carros y que si viene otro vigilante no lo vaya a mencionar para nada a el. Pasa un par de veces a preguntar como va la película.

Es curioso la primera vez que llevé el computador al centro comercial le pregunté precisamente a él donde podía cargar la batería del portátil y el con cierta displicencia me respondió que no era posible porque la corriente de las tomas de los pasillos era muy alta como para maquinas soldadoras, aspiradoras y ese tipo de cosas. Ahora se muestra mucho más sociable conmigo y creo que no se trata de falsa amabilidad, se que en un momento dado lo pensé, por el tipo de preguntas que me hacía, pero hoy me doy cuenta de que no es así, no siempre las personas están simplemente cumpliendo con su trabajo.

Decido ir a dar la última vuelta por el centro comercial que se está desocupando. De fondo los villancicos me hacen sentir particularmente alegre, el hecho de pensar que a partir de mañana no tendré que escucharlos mas, realmente me alivia. Bueno antes de irme de la zona me encuentro con el señor Roa y decido despedirme de el por si no vuelvo a la plazoleta; en ese momento nos deseamos una feliz navidad, me saluda a mi familia aunque no la conoce y pasa algo que me resulta tan perturbador como enternecedor, la idea es repetir nuestro saludo habitual de mano –cosa que no sucede con ningún otro vigilante del centro comercial-, sin embargo por esas razones que uno no puede racionalizar termina colocando su mano sobre mi hombro y yo hago lo mismo, no se que pasa… no se trata de un abrazo efusivo ni nada de eso. Es mas un fuerte apretón, nos miramos, puedo ver como se humedecen sus ojos y a mi me pasa lo mismo, no se que pasó, no mas palabras, una sonrisa grande de despedida.

No estoy triste, pero no puedo parar, fin de la noche mar de lagrimas frente a un almacén de artículos para el hogar, gracias señor Roa, buena noche.

Pero. ¿No están cayendo las lágrimas por mis mejillas y caen a goterones sobre mi pecho?

Me sorprendió.

Kitchen, Banana Yoshimoto

CANTIDAD

DESCRIPCION

VALOR

2

Porciones de torta

6.500

1

Agua de Hierbabuena

1.000

1

Agua con gas + empanada de carne

3.200

TOTAL DEL DIA

10.700




diciembre 24